Sin dudas la tecnología ha generado cambios revolucionarios en nuestra manera de vivir, de relacionarnos con los demás; de generar transacciones, negocios y compras. De estudiar y progresar. Bajo esta premisa, un emprendimiento tecnológico es un proyecto que nace desde la iniciativa de generar un nuevo negocio, basado en las crecientes herramientas digitales que provee la moderna tecnología de los últimos años. Mediante un plan de marketing y una gestión de proyectos exitosa, una idea de negocio puede resultar en un proyecto triunfante destinado al crecimiento y la innovación, a través de un proceso productivo controlado.

1. Si quieres alcanzar grandes metas, se deben tomar riesgos grandes que correr.

2. Una persona talentosa es aquella que entiende que se logra con trabajo y esfuerzo Proactivo.

3. Se debe fijar metas grandes que valga la pena.

4. Es importante que coloques afirmaciones que te activen ese don creativo e innovador.

En sentido estricto, la creación o el desarrollo de tecnología innovadora significan una gran meta, donde hoy el emprendimiento a través de las redes sociales ha permitido que los emprendedores se organicen para proyectar su propia marca hasta empresas con una razón prolífica de invención sin precedentes. El emprendimiento tecnológico en este nuevo siglo debe arriesgarse más donde su estructura productiva proporcione una capacidad tecnológica autónoma en el que:

1. Sea capaz de definir el flujo y organización sistémica de la información interna y externa de su entorno de trabajo.

2. Se puede producir tecnología que responda a la necesidad propia hasta una que se proyecta a nivel nacional e internacional, pero siempre orientado a una calidad óptima y una seguridad integral.

3. Asumir una actitud de conocimiento, lo puedo hacer y lo quiero hacer, es decir una estructura productiva de sus saberes.