Para muchos profesionales y aficionados a la informática saber que es vmware se ha convertido en una prioridad a la vista de la relevancia que tiene este tipo de tecnología. Dicho de una manera simplificada, VMware es el nombre de una de las herramientas de virtualización más populares, un estándar que se utiliza en el mundo entero. Esto nos lleva a que sea importante explorar dos conceptos. Primero, el de VMware como sofrware, y segundo, el de la virtualización y las claves de este proceso.
Conociendo VMWare
La empresa de mismo nombre arrancó en el año 1998 como una entidad fantasma, pasando su primer año en las sombras para poder desarrollar sus productos de forma relajada antes de ver la luz tiempo después. El software que les representa es una de las mejores demostraciones del alcance de la virtualización y de las posibilidades que proporciona este tipo de servicio. Es compatible con los principales sistemas operativos y aunque la versión de escritorio recibe el nombre VMware Workstation, existe una opción para servidores conocida como VMware ESXi.
Los usuarios tienen la oportunidad de configurar máquinas virtuales en su equipo y hacer uso de ellas de una manera paralela sin necesidad de tener acceso a las propias máquinas. El uso de Vmware se encuentra muy optimizado, permitiendo que en cada máquina virtual tengamos nuestro propio sistema operativo, lo que proporciona una gran serie de posibilidades. Si no utilizamos sistemas operativos propietarios, podemos sacar partido a este entorno de forma gratuita gracias a la versión de Vmware de libre acceso. Pero en el caso de querer usarlo con Windows sí que deberemos disponer de las licencias correspondientes.
¿Para qué sirve?
Conociendo un poco mejor qué es Vmware y de dónde nace, nos podemos colocar mejor en situación para entender su funcionamiento. La definición de virtualización es la clave de todo ello. Lo que hacemos al virtualizar es emular un elemento al que no estamos teniendo acceso de una manera directa. Es decir, si virtualizamos un equipo con sistema operativo Windows, lo que estaremos haciendo a través de este software será tener acceso a ese recurso con el cual físicamente no tenemos ningún tipo de contacto.
Este mismo ejemplo nos tiene que dejar claro que si virtualizamos un equipo con Windows en nuestro ordenador con Linux, estaremos teniendo una ventana de acceso a otra máquina sin que tengamos acceso a ella físicamente. Esto no solo incluye el sistema operativo, sino también todos los demás elementos que forman parte de la máquina, como la memoria RAM, el disco duro o el procesador. Si estamos trabajando a distancia y nos beneficiamos del soporte que nos proporciona un host virtualizado, será posible usar su potencia y sus rasgos para llevar a cabo el trabajo o las tareas que creamos convenientes.
Una vez el sistema se está ejecutando todo es como si estuviéramos usando ese equipo de manera física ante nosotros. No hay diferencia ninguna y podemos, si así lo necesitáramos, ejecutar distintas virtualizaciones desde un mismo ordenador. Esto nos permitiría tener diferentes sistemas operativos virtualizados para llevar a cabo pruebas de software con plataformas a las que de una manera habitual no tenemos acceso. Este es solo un ejemplo, dado que la virtualización se tiende a usar de manera más común en tareas enfocadas al ahorro de recursos y optimización de los equipos.
Para realizar todo tipo de procesos complejos y exigentes la virtualización se convierte en la mejor opción, de la cual hacen uso empresas y profesionales por igual. Cada vez más virtualizar se posiciona como la respuesta a fin de poder exprimir los recursos de manera absoluta siempre con buenos resultados y sin las limitaciones que supone operar con un solo sistema operativo.