Las empresas basan sus operaciones en un buen pensamiento estratégico para no arriesgarse a disminuir los niveles de servicio o para ayudar a la empresa a obtener nuevos negocios. Por ejemplo, desde su fundación en julio de 1994, Amazon nos acostumbró a una estrategia: invertir continuamente en el crecimiento y el desarrollo de su negocio.
El buen comportamiento de la división "Amazon Web Services", un modelo de negocio que procura poner en valor el know-how desarrollado ofreciendo esas soluciones a terceros, es hoy en día uno de los almacenes más solicitados del mundo. ¿Cómo lo logró? Con una excelente logística. Empresas de todo el mundo almacenan sus productos en los almacenes de Amazon, y los distribuyen a través de su logística.
Del mismo modo, miles de desarrolladores y empresas en cualquier rincón del planeta utilizan sus servicios de computación, almacenamiento en la nube y ancho de banda. Este es un claro ejemplo de un alineamiento entre la estrategia empresarial y la estrategia de TI.
Sin embargo, no son los únicos. Las empresas también están desarrollando estrategias de TI, pero, sabemos (porque lo sabemos), que no siempre están alineadas con las estrategias empresariales. Por ello, la visión estratégica de la "nueva dirección de TI" debe lograr ese alineamiento. ¿Cómo se consigue ese alineamiento?
Si hay algo en lo que un CEO debe acertar más que nunca es, precisamente, en la ejecución a través de todo su equipo. Tiene que pensar en la ejecución operativa desde el momento en el que diseña la estrategia.El "nuevo" gerente de TI debe ser capaz de alinear los nuevos conceptos y modelos de trabajo para que su área contribuya efectivamente al cumplimiento de las estrategias empresariales, apoyando la transformación de la organización hacia nuevos modelos de negocios más globales.
En pocas palabras, debe trabajar de forma integrada la estrategia de negocios, la estrategia TI, y la nueva infraestructura del negocio; para crear la nueva infraestructura del área de TI (arquitecturas de datos, aplicaciones y tecnologías). Dicho de otra forma, debe saber elaborar el Plan Estratégico de Tecnologías de Información (o PETI) para construir, de esta manera, a su "torre de control".
Como profesor, siempre me asalta el miedo cuando en clase pregunto por el PETI y los alumnos me responden, "así con ese nombre no existe". Me aseguran, aparentemente incómodos y felices, "que tienen algunas políticas y procedimientos de trabajo escritos, pero, nada más consolidado". Sin duda, esa es una forma de vida en peligro de extinción.