El perdón no es algo que logramos hacer desde la mente, por el contrario, necesitamos estar en contacto con todo nuestro Ser, para llegar a vivir está experiencia plenamente, porque perdonar es literalmente una experiencia, no es solo una palabra o un concepto, que le entregamos a alguien, es un viaje de crecimiento, aprendizaje y evolución!

Cuando hablamos de perdonar, no nos referimos a excusar a quienes nos han hecho daño o ha olvidar lo que vivimos, entendemos que cada acto tiene una consecuencia y no podemos evadirla, al igual que el olvido no es una posibilidad que juegue a nuestro favor, debido a que aquello que olvidamos, de alguna u otra manera, lo volvemos a vivir o repetir, hasta realmente integrarlo.

Perdonar es algo que nos concedemos a nosotros mismos, para liberarnos de la carga emocional y mental del pasado, para poder avanzar en completitud como de verdad lo merecemos.

Cuando perdonamos, nunca volvemos a ser los mismos, porque descubrimos aspectos de nosotros que no conocíamos y nos hacen increíblemente más grandes y compasivos.

Al vivir la experiencia del perdón, vemos la vida desde otra perspectiva, mucho más amorosa e integrativa. Comprendemos que lo que hemos vivido, está ahí para nosotros, para poder tomarlo, integrarlo y transformarnos.